AH! LES BELLES AMERICAINES.
Con este sugerente título me impresionó muchísimo la revista Voies Ferrees en su número 6 de los meses de Julio y Agosto del año 1981. En la página 62 de dicho ejemplar y en unas fotografías espléndidas y en color, que todavía hoy contemplo con deleite, aparecían una serie de locomotoras en latón de diversas escalas (unas pintadas y otras no) con un nivel de detalle del que solo había oído hablar y nunca había visto hasta entonces.
Cuando un aficionado, con una impresionante colección de material americano, me preguntó si le podía pintar uno de sus modelos recordé, inmediatamente, aquellas fotografías y no veía el momento de tener la locomotora sobre la mesa.
a Nº 43 del Maryland & Pennsylvania R.R. no era tan impresionante como los de las fotografías. Era una Consolidación bastante corriente según su dueño, pero que a mí me pareció un modelo que podía dar mucho de sí una vez limpio, pintado y listo para lucir fuera de su caja.
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Mi primera pintura "americana" |
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El frontal de un modelo americano es inconfundible. |
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Para esta colección todos los modelos, absolutamente todos, están envejecidos |
Este fue el primero de una larguísima serie de modelos americanos que han pasado, y siguen pasando, por la mesa del taller y en los que he comprobado varias cosas; la primera y más importante: por muchos años que tengan (de los fabricados en Japón, Corea o China) y si el bobinado del motor no se ha quemado... siempre, siempre acabarán funcionando con sus elementos originales; la segunda, que no todos los fabricantes eran de igual calidad (pero ninguno malo ). La tercera; si tiene, compra o conserva una locomotora de latón, sea americano o no, trate de mantener, conseguir o conservar su caja original. Su valor es bastante mayor si mantiene su caja.
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Era imposible no comparar. |
Por último un toque "romántico" pero necesario para este trabajo, es que a pesar de no ser nuestro ferrocarril, ni siquiera europeo, tienen "algo que enamora" cuando se empieza a tratar con ellos.
Las fotos que me cautivaron, no mentían.
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Foto del catálogo PFM de 1978 |