domingo, 13 de noviembre de 2016

Locomotora serie 3100 de la Compañía del Norte.

"Sin ordenador, sin planos, sin nada... solo un par de fotos"

No es un modelo exacto al que lo inspiró pero representa, con elegancia, la máquina real. Un ejemplo de otra época, otra forma de entender la afición al tren miniatura. La imaginación  de su constructor al verla circular sobre la vía, ponía el resto.



Hojalata de envases alimentarios. Una técnica antigua que dio y sigue dando, excelentes resultados.

Es una deliciosa muestra de como los aficionados precedentes conseguían sus modelos favoritos. A excepción de las ruedas y la cascada de engranajes, todo lo demás está construido de forma artesanal, incluido el motor original. Precisamente los dos últimos elementos de esta pequeña lista no han soportado bien el paso del tiempo. La reconstrucción del interior ha sido imprescindible para devolver esta locomotora a las vías.



El modelo empleado para sustituir algunos de los elementos dañados.



Después de reemplazar las partes destruidas o averiadas, fabricación de nuevo interior del tender, pintura del conjunto y reconstrucción de la distribución; la máquina ha recuperado su esplendor de modelo de otro tiempo. Rueda como los de antes, ilusiona como los trenes de los tiempos pretéritos en modelismo y... huele a motor y aceite antiguo. Olor que me lleva delante de la primera locomotora eléctrica (PAYA) que apareció debajo de los papeles que escondían los regalos del día de reyes.



La locomotora en estado original







Ahora, lista para que disfrute el nieto de su nuevo propietario, llevará esas impresiones antiguas a los sentidos de un aficionado "nuevecito".