viernes, 19 de julio de 2019

Automotor Naval-Somúa Norte WMD-1. Renfe 9101

Un vehículo modesto, un tren completo.

Hace algunos años la empresa Atlas Editions, en una línea de “vehículos del mundo”, deleitó a los aficionados franceses con una soberbia colección denominada "Michelines et autorails" que, si bien eran modelos estáticos, estaban construidos con una calidad excelente. Habida cuenta que se vendían en el “Kiosco de Prensa” de nuestro barrio, -bueno si eras un aficionado de un barrio francés, claro-.




Paseando por internet encontré, en una conocida página de subastas que todos los aficionados miramos alguna vez, el ZZ 50 perteneciente a esa colección. Tenía todos los puntos para convertirse en el automotor Naval Somúa WMD-1, que en los años 30 del s.XX incorporó a su parque la compañía del Norte.
Modificando las puertas, eliminando las toperas francesas, algunos elementos de los peldaños de acceso en el chasis, añadiendo un paragolpes… se podía poner a circular un bonito automotor de una época, las de las antiguas compañías, “santo” de mi devoción ferroviaria.



Pues bien, lo que era un simple proyecto teórico se convirtió en una intervención real… más complicada de lo previsto. Los coleccionistas J.S. y E.E.M. también habían buceado en el mismo lugar, también descubrieron el modelo de Atlas y también encontraron las coincidencias entre la versión francesa y la de aquí, así que… Los dos aparecieron en el taller con sus cajas de la editorial Atlas y con sus preferencias de época y funcionamiento:
-Compañía del Norte, digital con sonido y tres carriles en el caso de J.S.
-Renfe, digital y dos carriles en el caso de E.E.M.



Para esta interesante intervención no he contado solo con mis propios medios, dos fuentes, ajenas al taller, han sido decisivas para facilitar la tarea. Primero, había encontrado hace tiempo la página BISCATRAIN. Un aficionado francés se dedica a motorizar casi todos los modelos que fabrica ATLAS y uno de sus capítulos está dedicado a la motorización, iluminación y digitalización del ZZ50. Siguiendo sus indicaciones se ha realizado la parte “motora” de la versión Renfe 9101 y una parte de la versión Norte WMD-1. Para completar el modelo español en su parte estética, el artesano “Tren Diseño” fabrica una sencilla e interesante plancha de fotograbado. Está diseñada para sustituir tres de las cuatro puertas de fuelle que lleva el francés por las de doble hoja del español. El complemento de “Tren Diseño” incluye, además, un postizo para las ruedas que simula acertadamente las del Nte WMD-1/ Renfe 9101 así como lo que parece ser el soporte externo de los ejes.



Para aquellos aficionados que quieran disfrutar de este modelo en sus instalaciones, aún se encuentran algunos a un precio… ¿razonable?, deben tener en cuenta que la transformación al modelo español, ayudas incluidas, es más dilatada que la propuesta de BISCATRAIN. El plástico que forma el modelo es rico en detalle pero muy delicado, hay que ir con sumo cuidado en la eliminación de las puertas para no sobrepasar los límites. Los cristales delantero y trasero están pegados con algún tipo de disolvente o cianocrilato a la carrocería y se dañan, con absoluta seguridad, al tratar de retirarlos. Recomiendo, por tanto, mantener estos cristales en su puesto para la decoración final, enmascarando por dentro y por fuera. La pintura original del modelo está muy, muy bien adherida por lo que puede ser la base más adecuada para las pinturas de la compañía elegida. Si se tiene acceso, la plancha fotograbada de “Tren Diseño es el complemento ideal para un acabado más realista.

Como apunte final a este artículo, dejando abierta la información para otras posibilidades e incluso la construcción de algún modelo, aún más acorde con la realidad que los presentados de estas dos colecciones, mencionar dos documentos que a buen seguro aficionados mucho más expertos que un servidor serán capaces de ubicar en la época, lugar y compañía que corresponde.
El primero se trata de un plano publicado en la Wikipedia que corresponde al modelo francés pero… las puertas que aparecen son las de doble hoja del modelo construido en España por la Naval.




El segundo se trata de un dibujo que aparece en el libro “Automotores Diesel serie 9000” escrito por D. Josep Calvera Pi con los colores que, según el dibujante –no figura autor-, debió lucir en la compañía del Norte. Le asigna verde en la parte inferior y crema en la zona de las ventanas, aunque con unas sorprendentes puertas de fuelle.

Biblioteca particular E.E.M.

¿Conclusión?, si en el plano francés aparece con las puertas españolas, en un dibujo español con las puertas francesas y la decoración no corresponde con mis referencias para la compañía del Norte...

Los colores de los automotores que han llegado a las colecciones de J.S. y E.E.M. pueden no ser los de los modelos reales, o sí. Se han escogido tomando como base la documentación gráfica y testimonial que se ha reunido previa a la realización del proyecto, así como las preferencias de sus destinatarios.

La empresa PARVUS tenía en su catálogo una deliciosa reproducción en escala N del Naval Somúa pintado con los colores del libro de D. Josep Calvera y con las puertas de doble hoja españolas.

Para otros análisis...

DOCTORES TIENE LA IGLESIA

En definitiva un agradable vehículo que circulará en las instalaciones de estos dos aficionados llenando ese hueco que los fabricantes de trenes en miniatura (españoles o foráneos que venden modelos de aquí) van dejando en torno a los automotores... pequeños.


Enlaces externos:

BISCATRAIN. Imprescindible para motorizar el Somúa en cualquiera de sus versiones.
http://www.biscatrain.fr/article-motorisation-de-l-autorail-somua-zz50-atlas-119137533.html

TREN DISEÑO: Artesano con años a sus espaldas creando modelos españoles para armar y elementos de mejora para numeroso material motor y remolcado. Permiten añadir detalles o sustituyen partes obsoletas en diseño, forma y funcionamiento. 

PARVUS: Tiene página WEB conocida por todos los aficionados. El Naval Somúa se puede ver en su Facebook:

https://www.facebook.com/pg/Parvus.online/photos/?tab=album&album_id=327418260631778&ref=page_internal





miércoles, 3 de julio de 2019

Locomotora Beyer Garrat 4-8-4+4-8-4 Clase AD60. NSWGR

De nuestras antípodas una locomotora imponente.

La llegada al taller de un modelo grande, sea en escala H0 o mayores, siempre supone que aparecen por encima de la mesa multitud de recipientes dónde se irán alojando las diferentes piezas y partes que lo componen. Una vez finalizada la reparación, pintura, transformación o lo que solicite el aficionado que me la confió, deben volver a ocupar su lugar para completar el cierre y pruebas. 
Es por esto que recuerdo una frase del libro “El Ferrocarril de Sierra Menera” dónde se citaba al jefe de taller refiriéndose a las Garrat: -se me va a llenar el taller de piezas-. En mi caso no es tan grave, los elementos son más pequeños, pero si provoca la sensación de estar rodeado de locomotora por todas partes.


La rotulación de esta locomotora, junto con la sincronización de los dos lados, ha sido uno de los puntos más delicados.

Varias veces he trabajado, en escala H0, con máquinas articuladas mucho mayores, imponentes Mallets americanas, llenas de ruedas, bielas, cilindros y… de todo. Pero la diferencia entre aquellas y las Garrat es que la tracción, con un solo motor eléctrico, se puede resolver con relativa facilidad gracias a la forma de trabajo de esas máquinas: carretones alineados uno a continuación de otro y rodando ambos en el mismo sentido.
Para el caso de las Garrat esto no es posible, se hace necesario duplicar los motores y por tanto la parte eléctrica, para dar servicio a dos mecanismos de tracción funcionando invertidos, marcha adelante-marcha atrás y en lados distintos del cuerpo central de la locomotora.


En esta máquina, que como todas las de la colección de J.S. debía ser digital, con luces y sonido, se ha empleado una fórmula para la tracción copiada de la realidad: son dos locomotoras digitales independientes funcionando sincronizadas. Como además es para un circuito de tres carriles, el patín está instalado en el cuerpo central, aprovechando los pivotes de giro de los carretones como punto de contacto. De esta forma los tres cuerpos de la máquina se pueden separar para guardar, mantener, trasladar… sin la existencia de cables o conectores entre articulaciones, elementos siempre delicados a la hora de mover fuera de la vía nuestros modelos. Solo uno de los dos lados incorpora un decodificador con sonido.




Las locomotoras articuladas, en cualquiera de sus formatos, me siguen sorprendiendo porque, aunque ya he visto unas cuantas, en todas encuentro algún detalle ingenioso del artesano oriental que las diseñó y que permite, por ejemplo, que una locomotora doble funcione con un solo motor, la articulación cumpla su función sin bloquearse, los tornillos -benditos tornillos que permiten montar y desmontar sin romper ¡qué gran invento!- para el desmontaje estén bien disimulados... en fin un conjunto de técnicas puramente mecánicas nada de CAD/CAM, construidas en una época dónde hablar de ordenadores era poco menos que dar un discurso de brujería.



Con el cantábrico de fondo y el verde del norte luce espléndida, aún lejos de su Australia de referencia.

Referencias externas:

EL FERROCARRIL MINERO DE SIERRA MENERA. de Javier Aranguren (✝). Libro imprescindible para conocer la historia de esta interesante linea.