El inicio de los Talgo americanos. Un streamliner con sabor español.
Como consecuencia del auge del
automóvil en EEUU una gran parte de las líneas ferroviarias norteamericanas se encontraban en quiebra. Para
tratar de atraer nuevos viajeros, o recuperar los perdidos, varias compañías desarrollaron
nuevas ideas. La Union Pacific y el Chicago & Quincy idearon un tipo de
tren pulcro, rápido y con colores atractivos. Así nació el “STREAMLINER”.
Leyendo la interesantísima
historia de estos trenes hay varias características comunes a todos ellos; el conjunto era atractivo,
indeformable… y pesado. Aligerar el tren suponía reducir el número de viajeros y
por tanto su rentabilidad. Las compañías Pennsylvania y Unión Pacific pusieron
en servicio un nuevo tipo de streamliner que pretendía ser más ligero y flexible que
los que circulaban hasta entonces: el Aerotrain.
Este tren compuesto por la locomotora EMD LWT 12 con un diseño particularmente atractivo (me recuerda los Cadillac de los 50) y 10 coches construidos a partir de carrocerías de autobús, resultó tener un pésimo comportamiento en vía. El resultado, una retirada temprana de estas flamantes composiciones.
Por aquel entonces ACF estaba
trabajando en la construcción de los trenes que circularon por nuestro país cómo
el Talgo II. Modificando la idea que acabaron disfrutando nuestros antepasados,
coches que descansan sobre el inmediatamente anterior y así hasta la
locomotora, el Talgo americano se formaba a base de conjuntos de tres coches, descansando los dos extremos sobre el central del grupo. Varios de estos grupos
formaban un tren que se podía ampliar o reducir, según necesidad.
Corría el año 1956, la compañía Rock
Island Railroad puso este conjunto en servicio, remolcado por la preciosa EMD
LWT 12, gemela de la que desde un mes antes encabezaba los Aerotrain. Lo denominaron Jet Rocket.
El trabajo, objeto de este
artículo, es una representación abreviada de lo que era en realidad (8 de estos grupos de tres, formaban un tren completo). Los coches de este modelo se apoyan en la locomotora, como en nuestro Talgo y el coche que va detrás de
ella, no lleva el eje portador que si existía en el coche real. No iba
apoyado y guiado como en los primeros Talgo españoles, sino remolcado.
Cómo se ve en las imágenes, el
modelo está construido destruyendo el relieve de las ventanas originales de un
Talgo III, y sustituido por un lateral con la distribución de huecos que se
corresponden a las ventanas y puertas del tren americano. El coche de cola,
eliminada su trasera original, monta una nueva característica del Rocket
americano.
La historia de los Streamliners es tan atractiva como las imágenes que aparecen en la publicidad de los años en que estuvieron en servicio, subir a uno de estos trenes, disfrutar de sus enormes compartimentos privados, relajarse en su restaurante…
Una oferta de
viaje placentero que no pudo superar la agilidad y flexibilidad del automóvil.
Para saber más.
https://streamlinermemories.info/,
historia de los Streamliner americanos.
https://www.american-rails.com/, no
es específico de los streamliners pero contiene varios apartados sobre ellos.
Disfrutar de una buena tarde de
cine visionando, “Con la muerte en los talones”.